La cándida albicans es un hongo que vive en diferentes partes del cuerpo, como la vagina, la boca, los intestinos o la piel. Cuando se reproduce de forma acelerada provoca la infección conocida como candidiasis. En este artículo tratamos a fondo una infección bastante habitual en mujeres en edad reproductiva y que puede ser muy molesta, y nos centraremos en la candidiasis vaginal, producida cuando se altera la cantidad y el equilibrio entre bacterias que conviven de forma normal en el interior de la vagina. Y es que, en el momento en que disminuye la cantidad de bacterias, los hongos se pueden reproducir muy rápido y convertirse en una infección.
¿Cómo se rompe este equilibrio, cómo se reduce la cantidad de bacterias que acaba provocando la proliferación de la cándida albicans? Destacamos 3 posibilidades. El uso frecuente de antibióticos es una de las causas más comunes, ya que pueden eliminar bacterias saludables presentes en la vagina, dejando vía libre a los hongos. Otra razón de la aparición de la candidiasis vaginal es la disminución del sistema inmunológico, provocada a la vez por otra infección o enfermedades como la diabetes, el cáncer, el sida , etc.. Finalmente, los cambios hormonales propios del embarazo y la menopausia también pueden ser la causa de la candidiasis vaginal.
Tal y como hemos comentado, se trata de una infección molesta y dolorosa, con ardores al orinar o al tener relaciones sexuales o picores continuados tanto en el interior de la vagina como en la vulva. Otro de los síntomas de la candidiasis vaginal es la secreción de un flujo de aspecto blanquecino y espeso. En caso de mujeres embarazadas, con sistemas inmunitarios debilitados o con diabetes no controlada, la candidiasis se puede agudizar. Por esto, ante la aparición de esta sintomatología lo más importante es acudir al especialista para que diagnostique y dictamine el tratamiento más adecuado. Para combatir este tipo de infecciones lo más habitual son los medicamentos antifúngicos, en forma de crema o de pequeños óvulos vaginales y también podrá ser oral.
Así pues, hay casos en que la candidiasis vaginal no se puede prevenir -especialmente si nuestro sistema inmunológico disminuye a causa de una enfermedad-, pero hay algunos hábitos que en cierta forma ayudan a que no se desarrolle, como mantener una dieta sana, evitar la ropa interior que no sea de algodón, tener cuidado de la higiene femenina después de orinar y del coito, y utilizar productos adecuados para la higiene íntima.