El embarazo implica unos cambios físicos y psicológicos que todavía son bien visibles y notorios meses después del parto. Si bien durante la gestación del bebé todo el cuerpo se va preparando para el momento del nacimiento, una vez la mujer ha dado a luz es muy difícil volver a la situación inicial, y todavía menos de una forma inmediata. Debemos tomar consciencia de la transformación que experimenta el cuerpo y como este momento tan único dejará secuelas por algún tiempo. Una de estas consecuencias la padecemos en la piel. La alteración física y hormonal que supone el embarazo puede provocar ciertas alteraciones en la epidermis, y en este artículo os queremos dar unos consejos sobre cómo cuidar la piel después del embarazo.
La primera recomendación es para ponerla en marcha ya durante el embarazo, y nos ayudará a evitar las estrías, lesiones que aparecen en la piel cuando pierde la flexibilidad natural y no puede resistir estiramientos importantes. Se suelen manifestar ya durante la segunda mitad del embarazo. Hidratarse regularmente con un masaje ligero pero prolongado con aceites naturales -como el de rosa mosqueta- hará que mejore la elasticidad en zonas como el abdomen, las nalgas o los pechos. Las estrías son muy difíciles de eliminar, pero se hacen menos perceptibles a medida que pasa el tiempo.
Las alteraciones hormonales propias del embarazo hacen que puedan aparecer manchas oscuras en la piel, que de hecho no dejar de ser pequeños cambios en la pigmentación. Con el tiempo tienden a desaparecer, pero en 3 de cada 10 mujeres persisten. El consejo para favorecer la desaparición de estas manchas es evitar su exposición al sol y aplicar protección solar de factor alto diariamente y en cualquier época del año.
De forma complementaria, la alimentación y la higiene nos ayudarán a tener cuidado de nuestra piel, y aún más en una época vital como es el embarazo. Recomendamos una alimentación antioxidante rica en frutas, verduras, omega 3, poca grasa y beber mucha agua. De otro lado, es importante mantener la piel bien limpia con la utilización de un jabón neutro, ya que nos ayudará a eliminar la grasa extra que nuestra piel no necesita.