Falsos mitos sobre el embarazo

Algunas de las dudas que genera especialmente el primer embarazo se han convertido con el paso de las generaciones en mitos o falsas creencias. La necesidad de tener una explicación por todo aquello que ocurre en los nueve meses de gestación de un bebé ha hecho que durante el pasado se hayan alimentado creencias populares. Por suerte, actualmente la ciencia conoce en profundidad todo el proceso del embarazo, y siempre que la persona tenga dudas se puede dirigir a los profesionales de la salud ginecológica para que se las resuelvan.

Uno de los mitos que se debe desmontar de entrada es el de las supuestas consecuencias de los antojos de la mujer embarazada sobre la piel del bebé. Los cambios hormonales o las carencias nutricionales, entre otros factores, hacen que aproximadamente la mitad de las mujeres embarazadas tenga antojos durante el embarazo, aunque en ningún caso se relacionan en posibles marcas sobre la piel del bebé. Igualmente, tampoco hay ninguna relación entre el aspecto físico de la mujer y el sexo de su futuro hijo o hija, aunque es cierto que al nacer los niños suelen pesar más que las niñas. Y todavía un mito más que debemos desmentir de forma categórica: la acidez o ardor de estómago de la mujer embarazada no tiene ninguna relación con el hecho que el bebé tenga mucho cabello. Este tipo de molestia se debe principalmente a la pérdida del ángulo antirreflejo del estómago, que a su vez está causado porqué el útero gestante desplaza el estomago de su posición habitual.

La creencia de que se debe hacer un paréntesis en las relaciones sexuales durante el embarazo también la pondremos en el terreno de los mitos falsos. Tal y como explicábamos en este artículo (colocar LINK: http://ginecolegs.com/es/relaciones-sexuales-durante-embarazo/), siempre que no haya complicaciones las relaciones sexuales durante el embarazo no solo son posibles sino que pueden ayudar a flexibilizar los músculos pélbicos y a reforzar el vínculo de la pareja. Otra leyenda urbana bastante extendida es la que afirma que es mejor que el bebé nazca con 7 que con 8 meses. Nada más lejos de la realidad: lo mejor es que nacer entre las semanas 37 y 42, como más se acerque la gestación a este tiempo, mejor.

Estos son algunos de los mitos sobre el embarazo que por experiencia propia nos hemos encontrado más a menudo en nuestra consulta, y que son especialmente frecuentes en madres primerizas. El desconocimiento, los miedos y a veces la sobreinformación los favorecen, pero esperamos que a través de este artículo os hayamos ayudado a esclarecer algunos de ellos.