¿Cuánto puede durar un parto?

Hay que tener en cuenta que cada parto es diferente y por lo tanto la duración también cambia mucho de un parto a otro. En general decimos que la secuencia de un parto tiene una duración mínima de unas 5 horas si tenemos en cuenta todas las fases, que son las siguientes: dilatación, expulsión y alumbramiento. Se desconocen exactamente las causas que activan el parto, pero se consideran normales aquellos que tienen lugar entre las 37 y las 42 semanas de gestación. Lo que en ningún caso se puede prever es qué duración tendrá el parto, que dependerá de las condiciones de la mujer, su morfología, la posición del bebé o de si es el primer parto.

Después de unas horas o incluso días con contracciones irregulares, con síntomas similares a los que se tienen durante la menstruación, la mujer llega a la primera fase del parto, la dilatación. En este momento las contracciones son rítmicas y dolorosas y su intensidad y frecuencia hacen posible la dilatación y acortamiento del cuello del útero. Primero son cortas y espaciadas pero a medida que pasen las horas las contracciones serán mucho más frecuentes e intensas. Puede ser que la mujer llegue a esta fase con la bolsa de aguas rota o entera. La fase de dilatación es la más larga de todas y puede durar entre 4 y 8 horas dependiendo de si la mujer es primeriza o no. Y termina cuando el cuello del útero habrá llegado a un diámetro de 10 centímetros, suficientes para que el bebé pueda continuar su camino.

Cuando acabe la fase de dilatación se entra a la siguiente, que es la fase de expulsión. Poco a poco, el bebé pasa por el cuello del útero dilatado, por el canal pélvico y saldrá por la vagina con la ayuda de la madre. Durante este tiempo la mujer nota una presión en su parte inferior y ganas de empujar. Esta fase puede durar entre 15 minutos y una hora y media, teniendo en cuenta que puede ser más corta en mujeres que ya hayan pasado por un parto.

La fase de alumbramiento empieza justo en este punto, cuando ya ha salido todo el cuerpo del bebé. Poco después del nacimiento, vuelven a aparecer unas contracciones no dolorosas que provocan la expulsión de la placenta, proceso que ocupa entre 15 minutos y 1 hora. Normalmente la placenta sale sola y la mujer no ha de empujar. Una vez ha salido, el parto se da por finalizado.